“He was the wind carrying in
all the troubles and fears you’ve, for years, tried to forget.”
19/04/2012
No sé cuánto más podré soportar, me aterra que lo que aun sigue siendo el
presente se convierta en pasado. Quiero que esto siga aunque me duela, quiero
prolongar la caída aun más aunque todo pueda empeorar.
A veces siento que él sólo está esperando que yo me harte y
me dé por vencida, pero no quiero hacerlo, no lo haré. Si me he involucrado en
esto quiero llegar hasta el fondo, quiero saber qué más hay y hasta donde soy
capaz de llegar.
Tengo que ser fuerte y continuar con este reto para
encontrar la verdad, pero me llegan momentos de debilidad en los que recuerdo
que no soy la única ni la más importante y eso ya me duele. Debo luchar contra
ese deseo impuesto de ser sólo suya y de que él sea sólo mío, eso no es
natural, no sucede en la realidad y lo sé, pero aun así no puedo evitar desear
que sea así. Tengo que luchar contra mi deseo a no ser libre.
Mi lucha es contra “ser mujer”, el estereotipo de mujer,
quisiera encontrarme como mujer, sentirme como mujer, reconocerme como mujer, pero
no puedo hacerlo porque siempre me topo con ese estereotipo horrible que odio y
desprecio tanto. Quiero ser una mujer, pero no como la que todos quieren que
sea.
Mi lucha es contra mí misma, porque cuando miro mi reflejo
encuentro cosas que aborrezco y no quiero ser, y sin embargo, deseo ser eso con
todas mis fuerzas y al final sólo siento desprecio por mí misma, me odio por
desear ser así.
La fina diferencia entre el yo ideal y el ideal del yo.
No sé quien soy ni quien quiero ser, ni siquiera tengo muy
claro quién he sido y no comprendo de dónde surgió todo este vacío. A veces
pienso que todo sería más fácil si simplemente reprodujera el esquema como
todas o casi todas, pero eso es justo lo que odiaría hacer.
Sin embargo, lo que hago no está del todo fuera del esquema,
tal vez incluso es lo mismo de una forma más ridícula y animal. Pero es inevitable,
parece imposible huir de esto, cualquier cosa que hagas termina estando dentro
por más que quieras escapar.
Recuerdo que en mi infancia me encantaba el esquema
femenino, ¿cómo iba a darme cuenta de que me lo estaban imponiendo y todos son
cómplices en esto? Me encantaba la idea de vivir por y para alguien, quería ser
una princesa, pero luego me di cuenta de que no tenía nada para serlo.
Creía que nuestra misión en el mundo era hacerlo más
estético, más bello, más noble, pero de pronto algo me hizo pensar que yo no
era bella y no estaba en mí esa misión. De pronto, no sé por qué, sentí que yo
no era una mujer de verdad… me faltaba eso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario