MAYO
3/05/2012
Ya han pasado tres meses y continúo sin verlo, por alguna
extraña razón siempre sucede algo estúpido que impide que nos veamos… pareciera
cosa del destino. Sin embargo, aun no me rindo, no hay nada más heroico que
oponerse al destino y luchar, aunque no olvido que el destino siempre es
protagonista de las tragedias.
En este momento cualquiera podría pensar que ya es hora de
acabar con esto, pero no quiero. A pesar de que no nos hemos visto creo que
hemos interactuado mucho más que antes gracias a los mensajes de texto.
Mi celular está lleno de mensajes explícitos de él y aunque
sea peligroso guardarlos yo los conservo, son la versión posmoderna de las
cartas de amor. Al principio me daba pena todo esto, pero creo que ya estoy
aprendiendo y me encanta hacerlo, cada vez nos mandamos mensajes más intensos y
más seguido.
Hay algo especial en todo esto, por más superficial que
parezca… eso es sólo una apariencia. Hay algo más profundo que sucede y sé que
no es tan sólo idea mía, tiene que ver con extrañas coincidencias, cuestiones
que también pueden tener que ver con el destino.
Muchas veces me ha pasado que cuando estoy pensando mucho en
él recibo un mensaje suyo casi al instante, es como si él supiera que lo estoy
extrañando justo en ese momento. A veces yo también le mando mensajes
espontáneamente, me pregunto si en esos momentos él también estará acordándose
de mí.
Hoy descubrí algo interesante sobre los mensajes que nos
mandamos ayer en la noche. Para empezar, yo fui la que inició y él me contestó
muy rápido. Mi mensaje debió ser muy bueno porque lo siguiente que me dijo fue
que tenía su pene erecto justo en ese momento.
Esa imagen me excitó mucho, supe de inmediato lo que él iba
a hacer y me excitó pensar que dos enunciados fueran suficientes para hacer su
sangre correr más rápido. Más aun, me excitó pensar que lo que encendió sus
impulsos fue mi imagen, la idea de mí.
Además, el simple hecho de imaginarlo así, desnudo y con su
pene erecto me motivó para empezar a masturbarme. Ahora sé con certeza que en
esos momentos él también se estaba masturbando y eso es lo más excitante de
todo esto: dos personas separadas por barreras de espacio, pero no de tiempo.
Cuando alguna razón estúpida (autoridad) no te permite
realizar tus deseos, existe la posibilidad de casi evadirla totalmente y
coincidir en un punto exacto que está a casi nada de realizar el deseo.
Si dos personas alejadas se masturban al mismo tiempo,
pensando la una en la otra con mucha fuerza, ¿no sería casi como si estuvieran
teniendo sexo de verdad? En nuestra imaginación, en ese momento los dos
estuvimos juntos.
Sé que todo esto es sólo sexo, pero de alguna manera nuestro
deseo de placer nos une y sí tiene una gran fuerza. Como sea ambos seguimos
buscándonos y nos extrañamos aunque sea sólo para eso… no sé qué tan bueno o
malo sea, pero me encanta pensar que el deseo sea mutuo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario