domingo, 2 de diciembre de 2012

La ilusión nunca muere



9/05/2012
Estoy ilusionándome y eso es muy peligroso, aunque la verdad siempre he estado ilusionada, él en sí es una ilusión que no ha perdido ese halo de fantasía inalcanzable. A pesar de todo lo que ha sucedido, sigue siendo un amor platónico, puedo tocar su piel, pero hay algo más que quisiera tocar y es intocable. Si lo tocara lo destruiría, pero conocería la verdad y superaría completamente eso que me ha pesado durante tantos años.
He dado un paso muy grande pero no he destruido el esquema que me domina, sigo idealizándolo tanto que yo misma me cierro ante la posibilidad de conocerlo como realmente es, como una persona normal igual a mí. No quiero conocerlo porque cualquier cosa que encuentre será poco comparada con el ideal de mi cabeza… además de que tengo miedo a enamorarme de él, de quien es en realidad, y no ser correspondida una vez más.
Estoy segura de que ya no podría soportar un rechazo más, así que prefiero ser yo quien rechaza las posibilidades de manera anticipada.
Ya no sólo se trata de lo que él realmente piense o sienta, también estoy yo con un reto enorme que vencer en mi propia mente. No me superaré hasta que pueda lograr ese contacto que nunca he podido lograr, por eso quisiera poder acercarme más pero tampoco sé qué es lo que él realmente busca… tal vez todo esto es idea mía y él está muy cómodo con esta posición.
Ya he dicho muchas veces que estoy casi segura de que él no puede estar buscando tan sólo sexo, yo creo que se siente solo, necesita a alguien que lo escuche realmente, alguien en quien confiar, alguien con quien pueda expresar su sentir y desbordarse. Sé que busca eso porque es un ser humano y todos lo buscamos.
Yo quisiera ser esa persona que lo haga sentir algo diferente, quiero ser yo quien lo enamore, quiero hacerle saber que cuenta conmigo y puede confiar en mí, quiero tocarlo de otra manera.
Pero… ¿quién soy yo? No sé nada de esto, no me siento capaz. Él es mi primera experiencia en todos los sentidos y no sé por dónde ni cómo empezar. Ni siquiera puedo hablar con él, una parte de mi no quiere conocerlo, no quiero quererlo.
Siempre he tenido miedo, de él, de lo que pueda sentir yo, de lo que en verdad sienta o piense él, por eso todo el tiempo estoy tensa. Hay una parte muy fuerte de mí que se resiste a todo esto, es la parte que por un momento cierra mis piernas, cierra mi mente, cierra mi corazón.
Quisiera poder abrirme, pero si algo malo pasa sé que ya no lo resistiré, ya no podré superarlo, me amargaré de por vida. Sea como sea ya estoy involucrada con él y nunca lo olvidaré, ya he dicho muchas veces que él es el inicio y por lo tanto será mi sombra.
Me siento muy mal, también existe la posibilidad de que todo este sentimentalismo esté tan sólo en mi imaginación y a él yo no le importe en lo más mínimo. Pero siento que no es así, por alguna razón creo que necesita sentirse amado, admirado, algo más que el simple sexo no puede proporcionar.
Quisiera poder abrazarlo y decirle que estoy con él, pero tengo tanto miedo a su rechazo que de verdad no puedo ni hablar y sé que si no consigo tener un mayor contacto con él, pronto se decepcionará de mí, se aburrirá y todo terminará como si nada hubiera sucedido.
Siempre tengo miedo de que la más reciente ocasión sea la última, no sé hasta cuándo volverá a llamarme, cuándo se acordará de mí, cuándo me extrañará, cuándo querrá un poco más de sexo… y para colmo ni siquiera soy tan buena en eso, apenas estoy aprendiendo y a veces siento que arruino algunas cosas.
Obvio esta semana no me va a hablar a pesar de lo que me dijo cuando nos despedimos, es necesario que pase más tiempo, mucho más por el mensaje que le mandé. Siento que ese mensaje en lugar de hacerlo sentir bien lo hizo sentir como un objeto sexual y esa no era mi intención y me siento mal por eso, pero ¿cómo decirle algo bonito sin caer en lo lascivo ni en cursilerías comprometedoras?
Ahora tendré que esperar hasta cuando necesite sexo… a menos que ya no quiera hacerlo conmigo, la cual es una posibilidad existente. Sé que le gusto, de no ser así nada de esto habría pasado, pero no me la creo, muchas veces me ha sucedido que no me siento identificada con sus halagos. Sé que alguien más podría gustarle y que él y yo no hemos tenido el contacto suficiente como para asegurar al menos mi posición de amante.
Estoy parada en la nada porque el miedo me ha paralizado, pero algo me hace pensar que él también tiene miedo de algo y por eso trata de que no nos veamos tan seguido. Yo misma sé que sería peligroso, esto podría convertirse en una adicción sexual sin contexto alguno o él podría llegar a acostumbrarse a estar conmigo y volverse dependiente… es un riesgo que corremos ambos y que nos haría mucho daño.
De hecho, también existe la posibilidad de que yo me aferre a él sólo por sexo y creo que eso sería aun peor.
Por eso quiero darle la vuelta a esto, quiero que esto crezca y se convierta en algo lindo, pero nunca lo lograré si no supero este miedo que me ha creado una barrera enorme hacia él. Además tengo que ser muy sutil para no asustarlo ni alejarlo.   
No puedo ser sincera, decirle todo lo que siento lo arruinaría todo y lo alejaría de mí para siempre. Muchas veces me he imaginado diciéndole que mi actitud se debe a que él es la primera persona con quien yo tengo algo, sea lo que sea y por eso tengo tanto miedo.
Recuerdo que la primera vez él mismo me preguntó: ¿a qué le tienes miedo?, pero él ni se imaginaba que le temía a tantas cosas muy alejadas de lo más básico y superficial. Ese día yo tenía la idea de que no volvería a verlo nunca más, estaba segura de que yo había sido presa de una noche y aun así me arriesgué, aun así pensé que valdría la pena.
Ahora todo ha tomado una dimensión que no contemplé, tal vez aquí termine, pero si así fuera sería lo peor que podría suceder. Me arriesgué para llegar hasta el fondo y aunque me dé miedo tengo que caer hasta abajo, lo que no quiero es caer tan rápido, caer como siempre, equivocarme en exactamente lo mismo.
Ya aprendí que no puedo decir lo que siento como va porque la gente se asusta, tengo que pensar más, ¿o será que más bien no tengo que pensar? Mis palabras deberían salir naturalmente y eso es lo que tengo que hacer, relajarme y dejar que todo fluya y siga su curso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario