domingo, 2 de diciembre de 2012

La cuarta noche



7/05/2012
Ayer por fin tuve mi cuarto encuentro con él y fue hermoso. Todo fue muy espontáneo y sucedió demasiado rápido, a veces odio ese efecto porque le da un toque fantasioso a todo, es como un instante que pudo haber sido un sueño.
Fuimos al mismo hotel que hemos ido en ocasiones anteriores, en el camino me puse muy nerviosa, sentí el impulso de tomar su mano pero me resistí y como siempre hablé muy poco, de trivialidades y estupideces, no sé por qué me da tanto miedo hablar con él, me da pena.
Creo que eso está muy mal, pero no sé cómo cambiarlo, después me centraré más en ese tema, por ahora prefiero recordar el momento y relatarlo.
Cuando estacionó el coche, salió para cerrar la cortina y cuando volvió a meterse apagó la luz y me preguntó: ¿Me extrañaste?, mientras se acercó para besarme, yo le contesté con voz entrecortada: “Sí, te extrañé mucho.”, y seguí jugando con su lengua. Después él acercó mi mano a su pene que ya estaba fuera del pantalón y me dijo: “Vino aquí para hacerte sentir delicioso.”, y después me acercó para que comenzara a chupárselo mientras él metía su mano en mi pantalón.
¿Ya quieres entrar al cuarto?, me dijo después de un rato y fue así como todo se fue cada vez más rápido. Primero, él encendió el radio y la televisión para hacer más ruido y que no nos escuchara la recamarera que estaba afuera. Esta fue la primera vez que vi a alguien que trabajara ahí, pero no sé qué le habrá dicho a A... que él me dijo: “Son bien chismosos.”
En fin, cuando él se quitó la playera, yo también me la quité junto con el bra y él de inmediato comenzó a chupar y morder mi pezón izquierdo… no sé por qué siempre empieza justo así. Luego seguimos quitándonos la ropa y me agaché para seguírselo chupando, me mortifiqué un poco porque recuerdo que la ocasión pasada sentí que pude tenerlo completo en mi boca y esta vez en verdad sentía que no cabía.
Después de eso, él me quitó los calzones y comenzó a hacerme oral, esta vez lo sentí más delicioso que nunca, no sé cómo movió su lengua que me hizo gemir de inmediato, no quería que se detuviera nunca. De ahí pasamos a hacernos oral al mismo tiempo y esta vez sentí que tocó mi ano, de hecho, alcancé a ver que traía lubricante, pero no sé por qué no me lo enseñó ni me dijo que lo usaría. El punto es que por más extraño que eso pueda parecer sentí rico cuando metió su dedo en mi ano, pero me preocupaba que yo no pudiera chupárselo como tanto había querido.
Ya no sé si fue antes o después, pero también metió su dedo en mi vagina y me dolió (no entiendo por qué me sigue doliendo) y luego lo hicimos de perrito un rato y él ya quería penetrarme por el ano, pero yo todavía no me sentía lista así que le pedí que cambiáramos de posición.
Entonces, se puso encima de mí y comenzó a penetrarme muy duro, me estaba doliendo mucho y me puse todavía más tensa de lo que estaba, cerraba mis piernas y primero clavaba mis uñas en su espalda, después comencé a empujarlo porque ya no podía soportar más.
Él me dijo: “Si me empujas no puedo.”, mientras yo le pedía que me esperara un poco porque todavía no me sentía lista (me sentí un poco ridícula al decir eso “como si fuera la primera vez”), pero lo que él hizo fue sujetar mis manos para que dejara de empujarlo mientras besaba mi cuello y me decía al oído: “Estás muy tensa, relájate, acuérdate de lo que me dijiste en la semana, de cuando te tocaste y de todo lo que vamos a hacer…”
Me calmé un poco después de eso, pero cuando menos me di cuenta él ya había sujetado mis manos y me sentí indefensa, no podía moverme y él siguió penetrándome muy duro. Primero me sentí  desesperada, tuve miedo, quería escapar, grité, pero poco a poco el momento fue volviéndose placentero.
No sé qué pensar de eso… este es uno de mis momentos de sentir frustración y desprecio por lo que sentí porque de alguna manera me excitó sentirme sometida. De pronto el miedo se fue y me encantaba la idea de que yo estaba inmovilizada y él podía hacerme lo que quisiera.
Tomó mis piernas y las cambió varias veces de posición, podía sentir su pene entrar y salir rápidamente y sus testículos rozándome mientras yo gemía sin control, sentí un placer enorme, fue como flotar en la cama, o como caer, estaba fuera de mí. Recuerdo que hizo algún comentario sobre mis gemidos, pero ni siquiera lo escuché bien, yo estaba privada, perdida, y eso me encantaba, eso era justo lo que quería.
Cuando se calmó un poco, soltó mis manos y tomó mi cara, me dijo: “Tu rostro es hermoso.”, y me dio un beso justo en medio de los senos. Fue lo que lo hizo todavía mejor, me encanta que me diga que soy hermosa, me hace sentir tan bien, es como una caricia a mi ego necesitado de aprecio, lo adoro. Él es lo mejor que me ha pasado hasta ahora.
Después de eso, él quería de nuevo penetrarme por el ano, pero le dije que primero quería una posición más y me subí encima de él como me encanta. Creo que él tampoco resiste esa posición, apenas me subí, tomé una de sus manos y comencé a chupar sus dedos mientras con la otra mano tocaba mi clítoris, quería llegar lo más lejos que se pudiera en esta ocasión y eso le encantó, me decía: “Sí, tócate, tócate”.
Se excitó tanto que comenzó a moverse más fuerte y rápido mientras me daba nalgadas, yo quería seguir, pero él sabía que ya no podría resistir más y no quería terminar aun, así que me dijo: “Ven, quédate aquí.”, y me acercó más a él mientras chupaba uno de mis senos, después me colocó sobre su pecho y sentí que me abrazó, ¡me abrazó!, y yo lo abracé también mientras gemía justo en sus oídos cada que su pene entraba y salía de mi. Lo sentí tan cerca, fue una sensación tan cálida que no quería que terminara.
Como él ya no podía soportar más, nos separamos y se quitó el condón para que yo chupara su pene justo en esos momentos, fue así como eyaculó en mi boca. Ahora sé que el semen sabe más bien dulce… bueno, un poco salado, pensé que tendría un sabor más extraño, pero no sabe mal, ni siquiera es tan espeso como pensé,  así que después seguí chupándoselo y me encantó escucharlo gemir y gritar. Me gusta pensar que soy yo quien lo hace sentir tanto placer.
Terminó exhausto y extendió su cuerpo sobre la cama con placidez, me encantó ver cómo volteaba y acomodaba su cara para hacerme saber que quería que lo besara como siempre hago, así que le di muchos besitos muy suaves en su pecho, su cuello, su cara, mientras acariciaba su cabello y a ratos chupaba sus dedos. Me encanta hacer eso, verlo es tan hermoso, su cara es tan linda que en verdad podría besarlo todo el tiempo de pies a cabeza, me encanta, me encanta, me encanta.
Creo que ambos queríamos más, pero por más que seguí chupándoselo ya no se pudo, fue un poco incómodo, especialmente cuando forzaba demasiado que su pene entrara en mi boca y terminé casi escupiéndolo, tosí como si fuera a vomitar, pero fue un impulso. No quería hacerlo sentir mal, así que inmediatamente seguí chupándoselo como para hacerle saber que sí me gusta hacerlo. Fue un momento muy incómodo, pero espero que no le haya importado mucho.
Cuando se levantó lo abracé por atrás y besé su espalda, me encanta, todo él es delicioso. Después le pregunté cuándo volveríamos a vernos y me contestó: “no sé”… y se metió a bañar.
Yo me quedé afuera pensando que tal vez tendría que esperar unos meses más para volver a verlo y me frustré al pensar que la espera de nuevo sería larga y tormentosa, entonces él me pidió que le abriera la bolsa de shampoo y empezó a hacerme la plática sobre el cumpleaños de Dn. E. (ese evento en el que A... sale en una foto abrazando a T...). Recordé que me puse medio mal cuando vi esa foto y luego recordé que hay una buena razón por la cual no somos amigos en facebook.
Me preguntó por qué no fui allá y eso me pareció extraño, ¿por qué le importaría mi presencia si se supone que no hubiera sido pertinente porque estaba “ella”? Ya sé que él y yo no somos nada, pero no se supone que fuera cómodo ni recomendable que yo estuviera ahí. Entonces dudé… de cualquier manera nunca he sabido ni qué onda con esto, no sé ni qué es ni hacia dónde va, ni tampoco sé qué onda con “ella”.
Entonces él siguió intentando hablar conmigo, preguntándome sobre la escuela y otras cosas… y yo como siempre de hostil, sólo le daba respuestas cortas y lo escuchaba. No sé si lo haga sólo por comunión fática o si en verdad quiera saber más de mí… no entiendo nada. O tal vez no haya nada que entender. No quiero arriesgarme a nada, todavía tengo mucho miedo.
Yo mientras lo veía en la regadera y me daban muchas ganas de bañarme con él y seguir acariciándolo y besándolo, pero el problema era mi cabello… no podría regresar a mi casa con el cabello mojado. Así que me conformé con mirarlo, se veía hermoso en la regadera, me encantó ver como el agua corría por su cuerpo y se llevaba la espuma para revelar su desnudez. No sé por qué aunque no tenga la gran musculatura ni la gran estatura se veía tan imponente, es todo un hombre para mí.
Él siguió preguntándome sobre mis horarios, parecía estar interesado en saber sobre eso para vernos después… creo
Después de vestirnos y subir al coche seguimos hablando sobre los horarios y eso, siempre que tengo la oportunidad de hablar más con él la desperdicio, mi garganta se cierra, no puedo hablar. En realidad toda yo estoy tensa cuando estoy con él, es tanto mi deseo que no quiero desbordarme y por eso me reprimo en exceso… es cosa del superyó.
Me siguió contando sobre la fiesta de Dn. E. y siguió con el discurso de “hubieras ido”, me dijo que estuvo muy bonito y varias cosas sobre ese día. Cuando llegamos a mi casa y nos despedimos me dijo que me hablaría en la semana y cuando cruzamos nuestras cabezas para darnos un beso de despedida casual (como el que se darían dos conocidos) él recargó su cabeza en mi hombro y yo la sostuve, fue una especie de abrazo, fue algo muy lindo que no sé cómo explicar.
¡Ahora estoy más confundida que nunca! Y lo peor es que se me ocurrió la gran idea de mandarle un mensaje el lunes “felicitándolo por su desempeño del domingo”. No me contestó. ¿En qué estaba pensando cuando hice eso?  No quiero arruinarlo, ¿qué estoy buscando con todo esto? Tengo que tener cuidado, no puedo bajar la guardia ahora. No puedo elevarme tanto o la caída será cada vez más fuerte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario