19/05/2012
A veces pienso que lo mejor que podría pasarme sería que él
no volviera a hablarme nunca. De cualquier manera esa era mi idea en un
principio, siempre supe quién era él, siempre supe lo que quería. En realidad
los tres siguientes “encuentros” fueron una sorpresa, en un principio yo no me
esperaba que esto pasara más allá de la primera noche.
De hecho, supuestamente yo planee mi propia decepción, o tal
vez sólo estaba desesperada, o las dos cosas… o ninguna de las dos. El punto es
que no quise desaprovechar la oportunidad de volver a destrozarme, porque esta
vez en verdad sería para siempre y la idea era que después de esto ya habría
sucedido lo peor, ya no existiría un “lo que le sigue”… entonces podría ser
feliz, o por lo menos podría tener la certeza de que jamás podría llegar a ser
más infeliz que en ese momento.
Todavía recuerdo que pensé que él se conformaría con haber
tenido “mi virginidad”, pensé que eso lo saciaría lo suficiente y que el
siguiente paso sería esfumarse… pero no lo hizo y de alguna manera eso me dio
una esperanza… justo lo que yo quería destruir.
Jajajajaja, “mi virginidad” eso que guardé con tanto cuidado
durante tanto tiempo, eso que creí que era importante, o más bien, eso que me
hicieron creer que era importante. Ahora, así de pronto, así de fácil, ya no
existe. La “perdí” para demostrarme a mí misma que no era algo importante, que
en realidad no valía nada, que en eso no radica mi valor como persona ni como
mujer.
Mi plan era destruirlo todo, mis ilusiones, mis sueños, mis
concepciones, mis prejuicios, mis convenciones, mis ideas… todo eso que
consideraba impuro, eso que no provenía realmente de mí, eso que tan sólo fue
aprendido. Quería quedarme en blanco, vacía, para volver a empezar, sin
importar que eso implicara destruir a una parte de mí.
Y ahora tengo miedo de llegar hasta ahí, ¿en verdad quiero
hacerlo?, tal vez ya me estoy rindiendo ante el deseo de someterme a las
convenciones. También a veces pienso que quiero ser un anzuelo para el amor, es
una conjura, un reto, si el amor existe que se manifieste en el contexto más
improbable, en el medio más hostil, en el momento más difícil, con la persona
menos adecuada, que haga posible lo imposible.
Si el amor es real, no requerirá de convenciones ni de
contratos para realizarse, no pondrá condiciones para tocar a alguien, no se
negará a tocarme a mí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario