domingo, 25 de octubre de 2015

What is love? ... Baby, don't hurt me.

En un debate de dos personas, llegamos a la conclusión de que el concepto de "amor" está reestructurándose, así como casi todo en nuestra época... aunque muchos me dirán que no se trata del tiempo, se trata de "qué le acomode a la gente".

Sé que no soy una persona experta en relaciones, de hecho tal vez soy la peor en ese campo, pero puedo asegurar que no es sólo percepción mía que hoy se escuchen más canciones de despecho que de enamoramiento por el mundo.

Y es que todo es una decepción, porque todo se acaba "te quiero hasta el fin del mundo, pero hasta llegar allá que cada quien siga su rumbo".

Tal vez la razón sí tenga que ver con el egoísmo o el reducido umbral de resistencia a la frustración que nos caracteriza a los millennials. Sí, "los X" siempre nos juzgan, pero no ven las cosas desde nuestra perspectiva. Creen que no los hemos visto divorciarse y volverse a casar para volverse a divorciar.

Hoy nadie está dispuesto a aguantar suficiente.

En este juego del gato y el ratón, nadie aguanta ser el gato durante mucho tiempo.
Yo soy un gato, siempre lo he sabido. Me gustaría algún día ser un ratón, pero dudo que suceda alguna vez.
Desde mi posición no puedo hacer otra cosa más que seguir tratando de atrapar al ratón, sacando fuerzas de donde pueda, aunque me esté matando el hambre.
Y pensar que desde alguna parte del mundo, a alguien le parece divertida mi situación.

Hay dos elementos del amor que la sociedad se ha encargado de construir y destruir al mismo tiempo. Son esos mitos con los que nos ilusionaron en la infancia innecesariamente.
El primero es la "eternidad" la promesa de un amor perenne. Nos dijeron que si no es para siempre, entonces no es amor. Tal vez de ahi salió la frase de "no cabe duda que es verdad que la costumbre es más fuerte que el amor". Al final vemos a dos personas juntas de por vida, que ni se aman ni son felices, pero entraron a una especie de limbo que es a su vez una zona de confort construida a base de tolerancia.

Tal vez estoy siendo muy categórica al decir "ni se aman, ni son felices", porque es posible que sí se amen y sí sean felices. Imagino que alguien me dirá que la etapa de enamoramiento es la que termina, pero el amor siempre continúa... o, tal vez no había otra opción más que seguir soportando al otro.

Y de aquí parte el segundo mito, el de la "reciprocidad". Uno esperaría que al soportar los defectos, errores y deficiencias del otro, el otro haría lo mismo por ti. NOT. Recordemos que alguien es el gato y alguien es el ratón. Parece que ninguna relación es posible sin ese desequilibrio enfermo que tal vez es natural.
Siempre hay alguien que soporta más, que se esfuerza más, que se aferra más... y ese suele ser el que está más hambriento. El gato.

Como buen gato, tengo hambre todo el tiempo. Siento que nunca como y cuando como soy insaciable. Me gustaría dejar de sentir hambre algún día, pero creo que eso no sucederá.

El punto es que cuando el amor deja de ser eterno y recíproco, algo sucede, el suelo se tambalea, me duele la cabeza, se nubla mi vista, el mundo no tiene sentido.

Dicen que el amor verdadero es aquél que te da paz... y bueno, desde que escuché eso estoy aún más segura de que yo nunca he estado ni un poco cerca del amor.

Love is struggle.

Una guerra con el otro, con los demás y contigo mismo.

Otros dicen que el verdadero amor está en ti mismo. Esto podría tener más sentido, si no fuera porque todos lo estamos buscando en otra persona.
Toda la vida me ha frustrado ese inevitable deseo de ser amada, ser aceptada, ser reconocida.
Me encantaría un mundo en el que eso me valiera madres. Pero en este mundo siento que me esfuerzo mucho y eso tampoco es garantía de éxito.

También dicen que el amor debe darse sin esperar nada a cambio... seguro esa regla la inventaron los ratones. El amor más puro es desinteresado. El problema es que para querer a alguien, ese alguien se tiene que dejar querer primero. Si lo sabré yo que he sentido esos cuerpos inertes que se limitan a recibir un abrazo, esos labios estáticos que sólo se dejan besar.

No rechazan el afecto, de hecho lo reciben, pero justo esa falta de reciprocidad es la que hace que el amor no tenga nada que ver con la paz.

Me gustaría un amor "fair trade", porque cuando ya has regalado todas tus flores y nadie te da abono, pues como que sí está muy cabrón seguir haciendo esos obsequios. Es verdad, siempre crecen más flores, pero habrá que esperar a la temporada de lluvia.

La temporada de lluvia es esa en la que juntas los pedazos de tu corazón y los metes en un frasco de formol para tratar de "conservarlo". Por eso cada vez es más difícil escucharlo, aunado a que el cerebro siempre ha sido un tirano.

Así estoy ahorita, más o menos. Mi corazón me odia.

Y por consecuencia, le cuesta trabajo querer y creer. Tal vez no es para tanto, pero algunos corazones son más sensibles que otros.
Hay gente que les pone recubrimientos de cinta de aislar, engrudo con periódico, mosaicos de vidrio, corazas de metal, látex de condones usados, cosas por el estilo. 






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